miércoles, 1 de octubre de 2014

EL FRACASO DEL MODELO EDUCATIVO VENEZOLANO.

EL FRACASO DEL MODELO EDUCATIVO VENEZOLANO.
     Existen múltiples evidencias que explican el fracaso del modelo educativo venezolano, llamado pomposamente el “milagro educativo”. Las pruebas de ese “milagro” son los indicadores que presenta  el gobierno y que hablan de un país que en la última década, supuestamente, ha alcanzado cifras récord de escolaridad.  
   La primera evidencia, es la cacareada masificación de la educación, la cual no tiene asomos de calidad. El proceso de enseñanza-aprendizaje en el subsistema de educación básica no cumple con las expectativas de las clases sociales más deprimidas, ya que los bachilleres egresan sin las competencias necesarias para lograr éxito en los estudios universitarios. En este sentido, se aprecia que solo un tercio de los bachilleres aspirantes a un cupo universitario desarrolla las competencias matemáticas y verbales necesarias para ingresar a la carrera de su preferencia. Otro tercio, tiene deficiencias serias en habilidades numéricas o de lenguaje, y el tercer tercio, no logra desarrollar las competencias mínimas para estar a la altura de lo que se les pide,  lo que significa fracaso total, ya que perdieron su tiempo en los niveles de educación primaria y media.   
     La segunda, es que el sistema educativo es insostenible desde el punto de vista financiero  porque reposa únicamente en el presupuesto nacional. Las instituciones están impedidas de generar recursos propios.  
     La tercera evidencia del fracaso del modelo educativo la representa la falta de docentes. Para satisfacer la demanda que generan actualmente  las 79.904 secciones existentes en el país habría que contar con por lo menos 264.000 docentes especialistas. La capacidad de formación de docentes en las universidades no van al ritmo de la demanda. En los últimos 5 años en los 64 núcleos de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, apenas se han graduado 23.675 de ellos. Para materias como Física han egresado apenas 580 docentes y en inglés tan solo 19.  De los 652.235 cargos docentes disponibles hay 140.000 profesionales interinos sin ninguna estabilidad laboral.  
     Como cuarta, aparece la deserción. La alarmante cifra de 1.526.905 jóvenes, son excluidos del nivel de educación media, a pesar de programas oficiales como “la batalla del primer año”.  
    La quinta evidencia son las fallas en la infraestructura de las edificaciones escolares aunadas a una deficiente dotación.  Las comunidades pasan el año escolar en permanente lucha por el mejoramiento físico de sus escuelas.  
    Finalmente, esta la evidencia social, apreciada en la significativa fractura que han sufrido las Instituciones en Venezuela, lo que contribuye directamente al fracaso del modelo educativo.  El lenguaje agresivo y el achacar la culpa de sus fracasos a terceros, por parte de los voceros gubernamentales, tiene eco en los sectores populares donde los niños se forman en los antivalores de la violencia y la resignación.   
QUE HACER ANTE ESTE  ESTREPITOSO FRACASO?
       La sociedad, el pueblo, debe movilizarse y apropiarse del tema educativo, propiciando su discusión como asunto esencial de supervivencia democrática y no como un elemento circunstancial, pasajero.  Por lo tanto, todos estamos llamados a constituir un frente común para trabajar por la calidad educativa. Hasta por razones de sobrevivencia el ciudadano debe asumir el tema educativo. La sociedad venezolana debe fijar posición para defender el derecho constitucional  a una educación integral de calidad. No puede seguir siendo indiferente o tolerante ante el resquebrajamiento de la educación democrática y plural.