lunes, 28 de julio de 2014

Indicadores de Calidad Educativa en un País.



      La Calidad de un producto o servicio siempre es determinada por el cliente. En la medida en que un producto o servicio requerido satisface sus necesidades, el cliente lo acoge por sentir cumplida las expectativas creadas con la adquisición del producto o con la prestación del servicio. Por ello, para orientar hacia donde debe estar dirigido el concepto de Calidad Educativa de un Estado es importante considerar las necesidades previstas en los planes nacionales de desarrollo económico. La priorización de estas necesidades  contribuirá a la definición de las áreas esenciales para la formación profesional en el país. Si la educación se plantea como vía para contribuir a resolver urgentes asuntos nacionales mediante la formación de profesionales en áreas claves para su desarrollo, entonces, se debe esperar que el sistema educativo forme un profesional con un  perfil profesional que contribuya con la mayor satisfacción de  las necesidades priorizadas por el Estado, por lo que el Currículo y los programas de estudio deben prever contenidos orientados hacia ese objetivo.  Todo esto, puesto en práctica sin dejar de respetar las habilidades personales de los educandos. De esta manera, la educación se orienta para satisfacer esas necesidades de la nación, su cliente por excelencia.
      Orientada así la Educación, se puede plantear otro indicador de su calidad. Este indicador estaría conformado por el nivel de empleo y desempeño en los profesionales que forma. El ingreso a las fuentes de trabajo estaría en función exclusiva de la calificación y certificación profesional obtenida, lo que constituiría un ejercicio pleno de la meritocracia. Un mercado de trabajo marcado por la calidad del producto (egresado profesional) nunca mediría el acceso al medio laboral  por la simpatía política ni por la preferencia por centros de formación afines al gobierno.  La apreciación del  "Desempeño Profesional" del contratado, eleva el prestigio de la Institución que lo forma, pasando a ser sus egresados los más buscados por los empleadores. Simplemente, es cuestión de percibir la calidad. 
       Los educandos de un país con planes nacionales de desarrollo económico bien definidos saben que pueden contar con expectativas ciertas para  la prestación de sus servicios profesionales. La creación de estas expectativas, disminuyen la deserción escolar, incrementan la escolaridad, mejora los niveles de vida de la población y hace que la tasa de retorno de la inversión estatal en los diversos niveles educativos, considerando los empleos que genera, sea efectiva.  

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