Es conocido que la Calidad Educativa es múltiple factorial por estar asociada, entre otros factores, a la familia, los docentes, a la infraestructura, a las necesidades básicas de la población, a la cobertura, a la dotación escolar. Por supuesto, al presentarse fallas en algunos de estos los factores la educación: a. No alcanza su pleno desarrollo; b. Dificulta la adaptación de la escuela a su contexto; y c. Presenta respuestas ajenas a la realidad, lo que provoca deserción de los estudiantes. Solo basta con apreciar como la adaptación de la Escuela en los sectores populares venezolanos se hace cuesta arriba porque son comunidades precarias que tienen problemas en factores como la familia y la satisfacción de sus necesidades básicas.
A pesar de los inmensos ingresos fiscales petroleros, el país no se ha ocupado de la Calidad Educativa como tal. La política durante muchos años ha sido la de ampliar la cobertura, pero aún en esto se ha fallado ya que la educación obligatoria que va desde maternal hasta el quinto año de bachillerato no tiene oferta de escuelas suficientes para que todos puedan cursarla. No se le puede pedir a las familias venezolanas que manden a sus hijos a la escuela, por que no hay escuelas suficientes para que todos estudien. La salida demagógica a la demanda escolar, ha sido la de llevar las escuelas de turno completo a medio turno para poder tener mayor cobertura. Al ampliar la cobertura de esta manera se pensó que lo que pasaba en la escuela era bueno por naturaleza y que no había que precisar los detalles y atender los distintos factores que garantizan una educación de calidad. Esta salida, sin duda alguna, sacrificó la Calidad. Los colegios privados, que son la reserva de ciertos rasgos de calidad educativa que aún se aprecian en el país, no están al alcance de toda población. Y cuando un representante consigue cupo en un liceo público corre el riesgo de que no haya profesores de matemática, física, química, biología o inglés. La respuesta ha sido muy caribeña: Como no hay docentes docentes en esas materias, entonces se procede a promediar las notas. El estudiante es promovido con una calificación, pero sin haber estudiado dichas asignaturas.
Uno de las principales factores que debe estar presente en una Educación de Calidad son los docentes, formados y comprometidos con su función educadora. Lamentablemente, en Venezuela es evidente la falta de docentes. En esta materia, hay necesidad de políticas que le permitan a un maestro que entre al sector público, desarrollar una carrera docente basada en una meritocracia que le permita egresar con una jubilación digna que genere motivación también en los aspirantes a docentes, para que se tenga a muchos ciudadanos queriendo estudiar educación, y no como a ocurrido en estos últimos años que ha bajado esa expectativa y en las universidades y pedagógicos simplemente no hay estudiantes de Educación. Es necesario diseñar políticas educativas orientadas, primero, a ofrecer un salario atractivo que le permita a los maestros concentrarse en su labor, y segundo, una evaluación que les brinde estabilidad profesional.
Es conocido, que el docente es un factor clave para la generación de calidad educativa. La relación es directamente proporcional. De cómo el país trate al docente, dependerá que se tenga a los mejores egresados de educación media queriendo estudiar educación y que sean los mejores quienes faciliten las clases. Hay países que seleccionan al mejor maestro para dar clases en primer grado, pero además esos maestros están muy bien remunerados y tienen facilidades para actualizarse permanentemente. Atender adecuamente al personal docente venezolano sería un paso significativo hacia una gestión de calidad en la educación.
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