EL DOCENTE EN LA EDUCACION COMPARADA
El docente como gran responsable de
la educación de los ciudadanos se
constituye en la piedra angular de cualquier Sistema Educativo. Por lo tanto,
ser docente debe ser una profesión reservada sólo para
los mejores. Dos ejemplos ilustran como, al comparar modelos educativos exitosos
por su desempeño con el modelo venezolano, el docente resulta ser la pieza vital.
1.- El DOCENTE EN LOS PAÍSES ASIÁTICOS
El sistema educativo de Oriente
selecciona a las personas más aptas para ejercer la docencia. Un aspecto
crucial en las reformas chinas ha sido la capacitación permanente de los maestros.
Se exige a los profesores un total de 240 horas de desarrollo profesional a lo
largo de cinco años, lo que implica una exigente formación continua de este
profesional. El alto desempeño educativo de los países asiaticos esta
intimamente relacionado con la promoción de la carrera docente: Cómo se forman,
se compensan y valoran. Estos docentes participan en
planes de capacitación, en primer lugar, con el fin de elevar la moral del
personal instructor, confirmando el principio de que la moralidad es la base de
la educación; y en segundo lugar, para revisar que los programas cumplan las
exigencias educativas que pide la modernización y la globalización, con énfasis
en idiomas extranjeros y tecnologías de la información.
2.- UN DOCENTE EN FINLANDIA
Finlandia, país que ocupó el décimo segundo
lugar en la más reciente prueba PISA, sólo permite que los mejores estudiantes
pueden acceder a las facultades del magisterio, donde estudian 4 años. Para
presentarse a las pruebas de acceso, los candidatos deben hacer un comentario
de texto, una prueba de matemática, de empatía y sensibilidad social,
habilidades artísticas y obtener más de nueve puntos sobre diez en la reválida
que hacen al finalizar el bachillerato. Deben superar un período de prácticas
en escuelas especializadas y escribir una tesina. Solo si superan todas estas
fases pasan a dar clases, comenzando en los cursos inferiores de primero y
segundo de primaria y en los centros con mayores dificultades. Los maestros
deciden qué enseñan, cómo lo enseñan, a quién y a qué ritmo. Son venerados por
el resto de la sociedad. Las plazas de cada universidad las marca el Gobierno,
según las necesidades de profesorado.
3.- UN DOCENTE EN VENEZUELA
En Venezuela se dejó de lado la Carrera Docente. Ya no se respetan los mecanismos legales e institucionales ni mucho menos los criterios de formación y selección de docentes para su ingreso y ascenso. Se ha dado paso a mecanismos discrecionales. Hoy cerca del 60% de los docentes es interino, con el caracter de contratado, y aunque no hay datos oficiales se estima que más del 80% de los directivos de las instituciones escolares también están encargados al ser eliminados los Concursos. El país en la década de los 90 produjo el Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente, que aun con todos sus defectos, era un punto de partida para avanzar hacia mecanismos institucionales y de mérito para aumentar las probabilidades de que los mejores docentes ingresaran a las instituciones escolares y ascendieran a cargos directivos. La discrecionalidad en la asignación de cargos trajo consigo la discriminación por universidad de origen. Los egresados de universidades afectas a las posiciones políticas del Gobierno han tenido tratamiento preferencial y los egresados de universidades autónomas y pedagógicos han visto las puertas cerradas. El resultado ha sido la "Cultura Roja, Rojita" en la que para ser docente no se requieren méritos académicos o profesionales, sino ser “amigo de”; “estar inscrito en” o “ser egresado de”, en lugar de demostrar que “eres capaz de”.
3.- UN DOCENTE EN VENEZUELA
En Venezuela se dejó de lado la Carrera Docente. Ya no se respetan los mecanismos legales e institucionales ni mucho menos los criterios de formación y selección de docentes para su ingreso y ascenso. Se ha dado paso a mecanismos discrecionales. Hoy cerca del 60% de los docentes es interino, con el caracter de contratado, y aunque no hay datos oficiales se estima que más del 80% de los directivos de las instituciones escolares también están encargados al ser eliminados los Concursos. El país en la década de los 90 produjo el Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente, que aun con todos sus defectos, era un punto de partida para avanzar hacia mecanismos institucionales y de mérito para aumentar las probabilidades de que los mejores docentes ingresaran a las instituciones escolares y ascendieran a cargos directivos. La discrecionalidad en la asignación de cargos trajo consigo la discriminación por universidad de origen. Los egresados de universidades afectas a las posiciones políticas del Gobierno han tenido tratamiento preferencial y los egresados de universidades autónomas y pedagógicos han visto las puertas cerradas. El resultado ha sido la "Cultura Roja, Rojita" en la que para ser docente no se requieren méritos académicos o profesionales, sino ser “amigo de”; “estar inscrito en” o “ser egresado de”, en lugar de demostrar que “eres capaz de”.
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