jueves, 4 de septiembre de 2014

LOS PAÍSES DEBEN INVERTIR EN EDUCACIÓN DE ALTA CALIDAD.

LOS PAÍSES DEBEN INVERTIR EN EDUCACIÓN DE ALTA CALIDAD.
      Se aproxima la fecha límite establecida para el cumplimiento de uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que establece que todos los niños en edad escolar deben acudir a la escuela para el mes de Diciembre del año 2015. Cumplir con esa meta de acceso universal a la educación requiere que todos los niños, incluso aquellos en las circunstancias más difíciles, como los refugiados y en zonas de combate, puedan tener garantizada su inclusión a la educación, de forma segura.  En los primeros cinco años, luego de fijarse los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se lograron avances significativos, entre ellos el incremento del 1,5 por ciento anual en inscripciones en los niveles de educación primaria y secundaria. A ese ritmo, la tasa de escolaridad habría alcanzado el 97 por ciento en todo el mundo para el año 2022, y África Subsahariana habría llegado a ese nivel para el año 2026. Sin embargo, luego del año 2005, el avance se estancó. En consecuencia, tan solo el 36 por ciento de los niños de los países más pobres del mundo completaron la escolaridad secundaria. Para el año 2030, esa tasa habrá aumentado, pero tan sólo al 54 por ciento.  
     Durante mucho tiempo la educación se ha considerado el garante número uno de la movilidad social. Con todo, millones de personas continuan siendo excluidas o desertando del sistema educativo, y cerca de la mitad de los niños en el mundo siguen sin tener acceso a la educación básica. En ese estado, ningún país del mundo podra gozar de una prosperidad sostenida por lo que invertir a gran escala en la educación de alta calidad les resulta impostegable. Esto se aplica aún en los países en los cuales la educación está fundamentada unicamente en el conocimiento. Si fuesen capaces de dar el cambio hacia una Educación Formativa, en la que se valúen a sí mismos de acuerdo con sus activos humanos formados en valores, no solo en conocimientos y competencias, el retorno de la inversión a gran escala en la educación de alta calidad estaría garantizado por la distribución de las oportunidades educativas y económicas que serían cada vez más iguales para toda la población.
      La inversión a gran escala en la educación de alta calidad hará posible no sólo que todos los niños, niñas y adolescentes acudan a las instituciones escolares, sino que éstas estéen condiciones óptimas de funcionamiento y dotación y cuenten con personal docente bien calificado. Cumplidas estas tres exigencias mínimas, se avanzará decididamente para erradicar el ciclo actual que parece interminable: Una educación deficiente, crísis en la prestación del servicio de salud, desempleo y pobreza.  
      No obstante, la nueva división de clases sociales no está basada entre los que tienen educación y los que no la tienen, sino entre quienes tienen acceso a la educación y quienes lo ansían. Los ciudadanos, que han sido ignorados durante mucho tiempo, seguirán presionando a los gobiernos y las organizaciones internacionales hasta que el derecho fundamental de acceso universal a la educación sea respetado.    

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