VIEJOS PROBLEMAS EN LA ESCUELA VENEZOLANA: INCLUSION Y CALIDAD.

VIEJOS PROBLEMAS EN LA ESCUELA VENEZOLANA: INCLUSION Y CALIDAD.

      Dos viejos problemas por los que clama solución la escuela venezolana son la Inclusión y la Calidad Educativa. Estos problemas se han vuelto crónicos y tienden a agravarse con el transcurrir del tiempo.

    En relación con la Inclusión en Venezuela no está garantizando que todos los niños acudan a la escuela. Es alarmante la cifra que delata que el cuarenta por ciento de los niños entre 3 y 6 años no asisten a la escuela. En cuanto al nivel de educación primaria, el procentaje es del cinco por ciento de niños menores de 12 años que no está inscrito y cerca del treinta por ciento de la matrícula escolar realmente no recibe clases, bien porque no asisten o bien porque su escuela no brinda las condiciones mínimas para ello. En el nivel de educación secundaria, la meta oficial de alcanzar hasta ochenta por ciento de escolaridad en bachillerato se estancó desde hace años en sesenta por ciento, el cual va disminuyendo conforme la crísis económica eleva los costos de oportunidad de los jóvenes y la recesión convierte en irrelevante los años de escolaridad como forma de alcanzar movilidad social. La escuela venezolana pierde atractivo y la estampida de la deserción a los tempranos 16 o 17 años de edad coge auge, se convierte en un drama generador de violencia que lanza, cuando no condena, a la pobreza a la mayoría de las nuevas generaciones.      

   Al pasar al subsistema de educación universitaria la inclusión se ha convertido en un espejismo. La insistencia en una universidad monocromática, desde el punto de vista ideológico, con aldeas, Universidad Bolivariana, expansión de la Unefa y universidades territoriales como opciones de acceso universal para alcanzar conocimientos con las cuales cotizarse en un mercado laboral cada vez más inexistente, ha conducido a un cacareado aumento de la matrícula en el sector, que ahora se carateriza por sus tasas de culminación, por las nuevas modalidades de educación universitaria y por la pésima calidad de los egresados.      

     Sobre el tema de la calidad educativa el problema es aún peor. Venezuela no dispone ni de un solo mecanismo de evaluación de los docentes ni mucho menos sobre los contenidos aprendidos, las destrezas y habilidades desarrolladas o las competencias adquiridas después de cada año escolar por los estudiantes. En materia de calidad educativa las escuelas presentan problemas de infraestructura y de dotación, y el personal docente requiere de mayor preparación y mejor remuneración. Actualmente, la escuela del subsistema de educación básica presenta distintos niveles de calidad: la privada sobre la pública y la urbana sobre la rural. Esta segmentacion por la Calidad hace que la escuela lejos de reducir las desigualdades de origen, pareciera profundizarlas, condenando a la pobreza a los pobres, sector social fundamental para la supervivencia del Socialismo del Siglo XXI según lo han asegurado públicamente Jorge Giordani, Héctor Rodríguez y Tareck El Aissami.